1 de junio de 2007

RE- EL SILENCIO DE LOS CULPABLES

Hace unos días, mientras investigaba un poco en Internet sobre las posturas que existen ante la pena de muerte, me encontré con una historia sorprendente. No se si alguna vez han escuchado sobre la historia de Sam Berkowitz, también conocido como "El Hijo de Sam", nacido en Brooklyn, New York, en 1953 (su verdadero nombre es David Richard Berkowitz). Él está encarcelado de por vida por haber asesinado a seis personas y herido a muchas otras en New York en los años 70's. No describiré los ataques o las cartas que él enviaba a la policía, pero sin duda estaban cercanas estereotipo que ustedes han visto an alguna película de detectives y de asesinos en serie (no será Hannibal Lecter, pero estaba cerca). Desde joven se involucó en cosas totalmente oscuras, desde brujería y satanismo, hasta la pertenencia a una secta real, ya cuando era mayor, con implicaciones ocultistas. El mismo cuenta que cada vez se metía más en una oscuridad que lo absorvía y manipulaba. Hasta que cruzó el punto de no retorno y lo convirtió poco a poco en lo que lo hizo famoso: El Hijo de Sam, asesino en serie. Lo sentenciaron virtualmente a 365 años de prisión, pasando por diversos sanatorios, hasta pasó por la terrible penitenciaría "Attica". La vida en tales lugares fue muy dura para él, hasta una vez casi pierde la vida cuando uno de sus compañeros le cortó la garganta... pero como David mismo dice, "no se había dado cuenta de que Dios lo tenía en sus manos".

Sí, señores, sé que esto es soprendete, pero este hombre conoció a Dios en prisión, y le ha cambiado la vida. Por las cosas que he leído de él, el hombre es totalmente otro. La información que hay en internet es abundante. Él sabe que tiene que pagar por lo que hizo, pero con su historia piensa que puede ayudar a muchos otros a encontrar el camino correcto. Esta involucrado en la ayuda espiritual en la prisión y es consejero de varios otros reos. Desde prisión, David tiene un ministerio (así lo llama) con la misión particular de retar a sus compañeros con su historia a seguir lo que su amigo, quien lo salvó del hoyo oscuro en que no dejaba de caer, le enseñó. Y nosotros sabemos quién es ese amigo. Es nuestro amigo también. Y si puede ayudar a asesinos en serie a cambiar, a ser un hombre totalmente diferente, ¡cuánto más podrá ayudarnos a nosotros a mejorar día a día! De la misma forma, si Dios perdonó a David, también nos puede perdonar a nosotros, sin importar lo que hagamos y si nos arrepentimos de verdad. Han pasado casi veinte años desde que David conoció a Dios, y dice que en estos años nunca ha sentido tanta libertad en su vida, a pesar de estar en prisión. Porque eso es lo que somos, libres, gracias a Dios, y por Él podemos hacer un buen uso de nuestra libertad. David lo entendió y aceptó ese amor tan grande que Dios nos da y que nosotros también hemos de mostrar. Porque no es cualquier tipo de amor, ¿cierto? ¡Es ferocidad!

Hay un video online con su historia, además de su página principal que pueden acceder si hacen click aquí. Esta en inglés, tal vez exista una página en español, si les interesa siempre está el google.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante la historia de este hombre ... como Dios puede cambiar el corazon de las personas... IMPRESIONANTE!!! :)

Rogger Vergara Adrianzén dijo...

Exacto... impresionante... ¡como Dios mismo lo es!


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