20 de abril de 2007

CI- SPIDER-MAN 3

Y próximamente, tan pronto como canta el gallo mañanero, más rápido que la velocidad de Meteoro o Candy corriendo al Hogar de Pony, más alucinante que la pelea inédita entre Gokú y mi pequeña Pony, más controvercial que la bienvenida del Presidente Bush al Perú por el siempre amable Robotombo, se estrena mundialmente lo que todos estábamos esperando:

En trece días se estrena en Perú Spider-Man 3, personalmente un film muy esperado por mí del director Sam Raimi, con Tobey Maguire y Kristen Dunst. Hay gran expectativa, muchos millones de por medio, además por estar basada en un momento crítico en la historia de los comics de Spider-Man (tengo que confesarlo, soy fan de todo esto). Hay mucho simbolismo en esta historia, no saben todo lo que se puede aprender de este personaje nacido de la pluma de Steve Ditko y de la cabeza de Stan Lee, ahí en los lejanos 1962.

Como dije en un post anterior, la Marvel Comics intenta siempre reflejar la realidad que rodea su país y al mundo, pero yo creo que Spider-Man intenta reflejar siempre la realidad que nos rodea como seres humanos. Su historia no trata sobre superpoderes y supervillanos. Su historia trata sobre personas. Pregúntenle a cualquier fan, Spider-Man no funcionaría si sus personajes secundarios no fueran tan trabajados, desarrollados, esenciales. No espero ver efectos especiales ni grandes escenas de acción, espero ver lo que siempre veo en un comic de Spider-Man, una historia humana, de cómo los personajes van aprendiendo a través de diversas equivocaciones y circunstancias, cómo tienen que tomar decisiones y crecer en la vida.

Es muy divertido encontrar en los comics que Spider-Man (o Peter Parker) tenía siempre que enfrentar más problemas personales que villanos. Los villanos están de relleno. O Mejor dicho, los villanos pueden ser problemas personales. Spider-Man fue el que puso de moda los vínculos con los supervillanos. El no podía dejar de enfrentarse al padre de su mejor amigo, sin tener más en mente regresar temprano a casa a cuidar de su tía enferma, terminar sus trabajos de la universidad, conseguir trabajo para que no lo desalojen de su casa, ver la forma de apoyar a su amigo para sacarlo de las drogas, y conseguir una cremita de acné para no pasar vergüenza en su próxima cita, que a lo mejor la cancelarían.

En esta tercera parte de su versión cinematográfica, Peter Parker a.k.a Spider-Man está en la cumbre del estrellato (esa expresión siempre me ha causado risa). Su rol como héroe por fin ha sido reconocido por la ciudad. Tiene al amor de su vida Mary Jane Watson a su lado. Su trabajo, sus estudios, todo le va bien. Parece que ha encontrado equilibrio en su vida. Está muy cómodo y orgulloso por lo que ha logrado construir (noten hacia dónde apunto).

Sin embargo, toda esta fama, este reconocimiento como que poco a poco se le va subiendo a la cabeza. No es una mala persona, pero el orgullo aflora de vez en cuando. A todo esto, surge un problema no resuelto que es el pistón accionador a su decadencia. El asesino de su tío ha escapado de la cárcel y resulta que es un villano que puede mutar su cuerpo como la arena (Sandman).

Peter no puede aceptar que el culpable de la muerte de su tío ande suelto, y los deseos de venganza lo empiezan a carcomer (no había hecho la paz con su pasado). Esa venganza es aprovechada por el simbionte (organismo que es como un parásito, dotándole de mayores poderes pero que, a la vez, lo va poseyendo poco a poco y lo vuelve mucho más violento) para hacerse pasar por un traje negro más bonito y más a la moda.

Hace aflorar el lado más oscuro, cruel y desinhibido de Peter, todo lo que en algún momento se guardó de hacer por sus principios, sale a flote por la influencia de este ser, que lo lleva a cometer atrocidades y a tener que pagar horribles consecuencias.

No les cuento más, sólo quería que entiendan esa idea, la cual justo en el momento más cómodo de su vida, un momento en el cual es difícil ser humilde, los deseos de venganza y este ser lo convierten en algo horrible, dañando y amenazando a todos aquellos que él quiere. ¿Qué podemos comparar de esta historia con nuestras vidas? Pues yo creo que mucho. El orgullo, el rencor, la venganza, los malos pensamientos y las malas acciones son cosas con que tenemos que lidiar todos los días. Muchos de nosotros podemos asegurar que un error a veces nos lleva a otro y a otro, las equivocaciones nos hunden, las iniquidades empiezan a dominarnos, alejarnos de realmente quienes somos, y si no nos desprendemos a tiempo de él nos convertirá en monstruos. El deseo de poder, la corrupción de poder son cosas de todos los días. Todos nosotros tenemos un tipo de poder. Tenemos responsabilidades sobre los demás, podemos y no podemos hacer cosas.

Sin embargo, paradójicamente, esta es una película en la cual la famosa frase de Spider-Man “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” es olvidada (por lo menos por buena parte de la película). Creo que esta es un gran historia que, principalmente, trata sobre la corrupción, y el olvidar tus propios principios. Todos pasamos por una crisis así alguna vez, pero, como dijo alguna vez la tía May: “sé que vas a encontrar el camino para arreglarlo”, y “a veces, para hacer lo correcto, hay que renunciar a las cosas que más queremos, hasta nuestros sueños”, todavía hay esperanza.

Espero con ansias el día del estreno, aunque tal vez no lo vea ese día porque tengo exámenes (buuuuuuuuuu). Les recomiendo la película, y, sobre todo, traten ver que hay detrás de todos los efectos especiales y la música estridente. Spider-Man, para mí, siempre ha tenido algo que enseñarme.

P.D. Sobre los videos de arriba, si no quieren saber mucho sobre el argumento y esperan emocionarse con la película, sólo escojan ver el que dice "Trailer 3", los demás revelan demasiado a mi parecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

kiero ir, kiero ir!!!!
vamos!!!!


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